En la búsqueda de un sistema inmunológico fuerte, a menudo pensamos en vitaminas y minerales, pero hay un superhéroe silencioso en nuestra cocina: el aceite de oliva virgen extra. Sus compuestos bioactivos, especialmente los polifenoles, actúan como un escudo protector para nuestro cuerpo, ayudando a prevenir enfermedades y a mantenernos saludables.
Los polifenoles son potentes antioxidantes que combaten el estrés oxidativo, un proceso que puede dañar las células y debilitar el sistema inmunológico. Al reducir la inflamación crónica, los polifenoles presentes en el aceite de oliva ayudan al cuerpo a funcionar de manera más eficiente y a responder mejor a las amenazas externas.
El oleocantal, un polifenol exclusivo del aceite de oliva, es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, similares a las del ibuprofeno. El consumo regular de este aceite puede ayudar a mitigar la inflamación y a fortalecer las defensas naturales del cuerpo. Integrar el aceite de oliva en tu dieta diaria es una forma simple y deliciosa de invertir en tu bienestar a largo plazo.





