La crema quemada al moscatel, es un postre típico del Languedoc, Francia. Allí se produce el muscat, la uva moscatel con la que se elabora este vino dulce natural. El moscatel se consume en Francia como aperitivo, pero también se utiliza en la cocina. Los pequeños granos de uva moscatel son ambarinos y duros. Cuando vaya a preparar la salsa, tenga en cuenta que debe extraer las pepitas de los frutos abriéndolos un poco. Esta crema es fácil de hacer.

En este postre, la vainilla desempeña un papel fundamental. La planta de la vainilla es una trepadora de la familia de las orquídeas. Cultivada originariamente en México, hoy día se encuentra en las Antillas, en Madagascar y en las Comores.

La decoración es importante: aporta a este suculento postre un toque de refinamiento.

Preparación:

Para preparar la crema, introduzca en la leche caliente la vaina de vainilla abierta. Déjela en infusión 15 minutos. Tamice.

Batiendo enérgicamente con el batidor de varillas, mezcle las yemas con el azúcar. Incorpore la leche removiendo bien. Pase la crema por el chino.

Llene de crema las tarrinas. Cubra el fondo de una fuente para el horno con una hoja de papel de aluminio. Vierta dos dedos de agua y coloque las tarrinas. Cuézalas 2 h al baño María en el horno a 120ºC.

Vierta el moscatel en una cazuela y añada los granos de uva pelados y despepitados. Caliente ligeramente para perfumar la uva durante 2 minutos.

Con la punta de un cuchillo, despegue delicadamente la crema del borde de las tarrinas. Vuélquela en los platos. Espolvoree con azúcar glaseado y gratínelo en el horno hasta que se tueste.

Cuando la salsa de moscatel esté tibia, añada el helado. Cuando esté totalmente fundido, viértalo alrededor de la crema con una cuchara. Añada los granos de uva, las grosellas, las frambuesas y las hojas de menta.